“A partir de hoy, la voluntad y el trabajo serán fundamentales para lo que haremos; a partir de hoy, un gobernador amigo los estará esperando en esta esquina para servirles, nadie más”, dijo en su mensaje el virtual ganador de la gubernatura del estado.
Acompañado siempre por su esposa, la doctora María de Villarreal, y flanqueado por senadores, diputados y alcaldes
Américo Villarreal llamó a no bajar la guardia y advirtió a las autoridades electorales sobre las irregularidades:
“No nos van a quitar el triunfo”, aseguró, e invitó a los miles de asistentes a reunirse el próximo fin de semana para recibir la constancia de mayoría como gobernador electo. “Cuento con ustedes”, dijo.
Tras conocer que 710 mil 952 tamaulipecos y tamaulipecas habían expresado su confianza en el doctor Américo y
habían decidido estar del lado correcto de la historia, las banderas verdes volvieron a ondear, los petardos estallaron
en el cielo y los gritos de “¡Gobernador, Gobernador, Gobernador!” resonaron con fuerza por los pasillos del Palacio
de Gobierno y hasta el tercer piso de este histórico edificio.
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