En un reciente y tenso desarrollo de la región, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo un ataque aéreo en la capital libanesa, Beirut. Según informó el ejército israelí este martes, el objetivo del ataque fue Fuad Shukr, conocido como Hajj Mohsin, un alto asesor del líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah. Este operativo se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá.
The aftermath of our Attack on Beirut Lebanon pic.twitter.com/umZWB0TuVE
— Mossad Commentary (@MOSSADil) 30 de julio de 2024
Objetivo del ataque: Fuad Shukr
Fuad Shukr es un veterano comandante de Hezbolá buscado por Estados Unidos por su presunta participación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut. Las FDI lo acusan de estar detrás de la reciente «matanza de niños en Majdal Shams», un incidente que ha exacerbado la ya tensa situación en la región. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Israel, fuentes cercanas a Hezbolá han confirmado que Shukr no fue alcanzado en el ataque. Además, según reportes, dos personas fallecieron y varias más resultaron heridas, aunque el número exacto de víctimas sigue sin confirmarse.
Respuesta de Israel y la comunidad internacional
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que Hezbolá «cruzó la línea roja», sugiriendo que el ataque fue una respuesta a recientes provocaciones. Medios locales y usuarios de redes sociales han compartido imágenes del ataque, donde se observa humo saliendo de un conocido bastión de Hezbolá en una zona densamente poblada de Beirut. Según el canal Al Mayadeen, el ataque causó el colapso parcial de un edificio residencial adyacente a un hospital, aumentando la preocupación por las víctimas civiles.
Minutos después del ataque, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue fotografiado en el cuartel general militar de Kirya, en Tel Aviv, acompañado de su jefe de personal, Tzachi Braverman, su secretario militar, el mayor general Román Gofman, y el asesor de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi. Esta imagen subraya la gravedad del momento y la coordinación de alto nivel en la respuesta israelí.
Reacciones en Líbano
La reacción en Líbano no se hizo esperar. El ministro de Asuntos Exteriores, Abdallah Bou Habib, condenó enérgicamente el ataque y anunció la intención de presentar una queja formal ante la ONU, según reportó Al Arabiya. El primer ministro libanés, Najib Mikati, calificó el bombardeo como «una agresión israelí» y lo describió como parte de «una serie de operaciones agresivas». Mikati instó a la comunidad internacional a responsabilizar a Israel y a detener sus acciones militares.
Escalada de tensiones
Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión en la región, especialmente tras un ataque con cohetes que alcanzó un campo de fútbol en Majdal Shams, en los Altos del Golán, un territorio ocupado por Israel. Este ataque dejó al menos 12 niños muertos y más de 30 heridos. Las FDI han responsabilizado a Hezbolá de este ataque, lo que ha aumentado el temor de un conflicto a gran escala. Por su parte, Hezbolá ha negado rotundamente su implicación, argumentando que la tragedia fue causada por el impacto de un interceptor antimisiles israelí.
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